Características de los objetos: Grande, mediano, pequeño Largo, corto Grueso, delgado

Características de los objetos y su importancia en el aprendizaje de los niños

La características de los objetos y las similitudes que hay entre las cosas que los rodean, son notadas por los niños desde los dos años de edad. Es así como ellos empiezan a agruparlos de acuerdo a éstas y de esta manera comienzan a entender el mundo que los rodea.

Aunque no lo parezca, al organizar objetos en categorías se sientan las bases para el desarrollo del lenguaje y las matemáticas; al ser capaz de agrupar, los niños son capaces de poner ‘etiquetas’ y generalizar características que les permiten agrupar, contar, enumerar, etc.

Este es un proceso natural e instintivo; si bien los niños lo irán desarrollando por sí solos, podemos ayudarlos y motivarlos con algunas entretenidas actividades.

Indagar:

Los niños y niñas darán un pequeño recorrido por la sala y algunos otros lugares de su casa para observar el tamaño de las sillas, las mesas, lo utensilios de cocina, etc

Proyectar:

Por medo de la literatura, el juego y el arte, aprenden algunos conceptos que indican características de medición en los objetos

Vivir la experiencia:

Lectura del cuento: Los tres osos

Características de los objetos: Grande, mediano, pequeño Largo, corto Grueso, delgado
Conceptos: Grande, mediano y pequeño
Características de los objetos: Grande, mediano, pequeño Largo, corto Grueso, delgado
Características de los objetos: Grande, mediano, pequeño Largo, corto Grueso, delgado

·         (Es importante modular la voz, hacer onomatopeyas y dramatizar junto a los niños y las niñas). Con este cuento trabajaremos concepto de: Grande, mediano y pequeño.

Caperucita Roja

Adaptación del cuento de Charles Perrault

Erase una vez una preciosa niña que siempre llevaba una capa roja con capucha para protegerse del frío. Por eso, todo el mundo la llamaba Caperucita Roja.

Caperucita vivía en una casita cerca del bosque. Un día, la mamá de Caperucita le dijo:

– Hija mía, tu abuelita está enferma. He preparado una cestita con tortas y un tarrito de miel para que se la lleves ¡Ya verás qué contenta se pone!

– ¡Estupendo, mamá! Yo también tengo muchas ganas de ir a visitarla – dijo Caperucita saltando de alegría.

Cuando Caperucita se disponía a salir de casa, su mamá, con gesto un poco serio, le hizo una advertencia:

– Ten mucho cuidado, cariño. No te entretengas con nada y no hables con extraños. Sabes que en el bosque vive el lobo y es muy peligroso. Si ves que aparece, sigue tu camino sin detenerte.

– No te preocupes, mamita – dijo la niña- Tendré en cuenta todo lo que me dices.

– Está bien – contestó la mamá, confiada – Dame un besito y no tardes en regresar.

– Así lo haré, mamá – afirmó de nuevo Caperucita diciendo adiós con su manita mientras se alejaba.

Cuando llegó al bosque, la pequeña comenzó a distraerse contemplando los pajaritos y recogiendo flores. No se dio cuenta de que alguien la observaba detrás de un viejo y frondoso árbol. De repente, oyó una voz dulce y zalamera.

– ¿A dónde vas, Caperucita?

La niña, dando un respingo, se giró y vio delante de ella a un enorme lobo.

– Voy a casa de mi abuelita, al otro lado del bosque. Está enferma y le llevo una deliciosa merienda y unas flores para alegrarle el día.

– ¡Oh, eso es estupendo! – dijo el astuto lobo – Yo también vivo por allí. Te echo una carrera a ver quién llega antes. Cada uno iremos por un camino diferente ¿te parece bien?

La inocente niña pensó que era una idea divertida y asintió con la cabeza. No sabía que el lobo había elegido el camino más corto para llegar primero a su destino, y ahora ella iría por el camino más largo. Cuando el animal llegó a casa de la abuela, llamó a la puerta.

– ¿Quién es? – gritó la mujer.

– Soy yo, abuelita, tu querida nieta Caperucita. Ábreme la puerta – dijo el lobo imitando la voz de la niña.

– Pasa, querida mía. La puerta está abierta – contestó la abuela.

El malvado lobo entró en la casa y sin pensárselo dos veces, saltó sobre la cama y se comió a la anciana. Después, se puso su camisón y su gorrito de dormir y se metió entre las sábanas esperando a que llegara la niña. Al rato, se oyeron unos golpes.

– ¿Quién llama? – dijo el lobo forzando la voz como si fuera la abuelita.

– Soy yo, Caperucita. Vengo a hacerte una visita y a traerte unos ricos dulces para merendar.

– Pasa, querida, estoy deseando abrazarte – dijo el lobo malvado relamiéndose.

La habitación estaba en penumbra. Cuando se acercó a la cama, a Caperucita le pareció que su abuela estaba muy cambiada. Extrañada, le dijo:

– Abuelita, abuelita ¡qué ojos tan grandes tienes!

– Son para verte mejor, preciosa mía – contestó el lobo, suavizando la voz.

– Abuelita, abuelita ¡qué orejas tan grandes tienes!

– Son para oírte mejor, querida.

– Pero… abuelita, abuelita ¡qué boca tan grande tienes!

– ¡Es para comerte mejor! – gritó el lobo dando un enorme salto y comiéndose a la niña de un bocado.

Con la barriga llena después de tanta comida, al lobo le entró sueño. Salió de la casa, se tumbó en el jardín y cayó profundamente dormido. El fuerte sonido de sus ronquidos llamó la atención de un cazador que pasaba por allí. El hombre se acercó y vio que el animal tenía la panza muy hinchada, demasiado para ser un lobo. Sospechando que pasaba algo extraño, cogió un cuchillo y le rajó la tripa ¡Se llevó una gran sorpresa cuando vio que de ella salieron sanas y salvas la abuela y la niña!

Después de liberarlas, el cazador cosió la barriga del lobo y esperaron un rato a que el animal se despertara. Cuando por fin abrió los ojos, vio como los tres le rodeaban y escuchó la profunda y amenazante voz del cazador que le gritaba enfurecido:

– ¡Lárgate, lobo malvado! ¡No te queremos en este bosque! ¡Como vuelva a verte por aquí, no volverás a contarlo!

El lobo, aterrado, puso pies en polvorosa y salió despavorido.

Caperucita y su abuelita, con lágrimas cayendo sobre sus mejillas, se abrazaron. El susto había pasado y ahora podían sentarse juntas a comer la deliciosa merienda

ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS

Características de los objetos: Grande, mediano, pequeño Largo, corto Grueso, delgado
Ejercicio de Comprensión lectora
Características de los objetos: Grande, mediano, pequeño Largo, corto Grueso, delgado
Características de los objetos: Grande, mediano, pequeño Largo, corto Grueso, delgado
Características de los objetos: Grande, mediano, pequeño Largo, corto Grueso, delgado
Observa las escenas y ordena enumerando con ayuda de mamá
Conceptos: Grueso – Delgado
Características de los objetos: Grande, mediano, pequeño Largo, corto Grueso, delgado
Colorea al señor grueso y rodea al delgado

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2 comentarios

  1. Estás actividades para nuestros niños son muy importantes ya que pienso que para su desarrollo deben saber diferenciar los tamaños de dichos objetos.

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